La historia del Prêt-à-Porter en el mundo y en Javiera Jordán
La primera guerra mundial fue un motor indiscutible para los diseñadores y los llevó a adaptar sus diseños a los nuevos tiempos. Estas prendas estaban diseñadas para ser vendidas y usadas sin necesidad de ser adaptadas. También para ser más asequibles a una gama más amplia de clientes utilizando técnicas de fabricación más eficientes y materiales más económicos.
Hoy en día, el prêt-à-porter es el principal segmento de la industria de la moda, con una gran variedad de marcas y diseñadores que ofrecen colecciones listas para usar en un incalculable abanico de estilos y precios.
A lo que a Javiera Jordán respecta, el prêt-à-porter nació durante la pandemia, donde la producción de eventos, matrimonios, galas, etc. se redujo a cero y las personas estaban utilizando solo ropa para el día a día. En este momento fue que comenzó el aterrizaje de las fantasías propias de la alta costura a una nueva realidad: La transformación de vestidos lujosos en todo tipo de prendas listas para usar. Dado el conocimiento del cuerpo humano, las clientas y el “savoir faire” aprendido durante años, la línea prêt-à-porter se convirtió en una anhelada respuesta a las clientas. Sin perder la influencia que dejan las técnicas de confección especializadas, al igual que el respeto por el cuerpo humano, nacen prendas que reflejan una artesanía excepcional y una atención al detalle estrictamente ligada a la Alta Costura.
Mujeres que buscan prendas que reflejen su estilo personal, les brinden confianza en el trabajo y en su vida cotidiana, son aquellas que tocan nuestra puerta. Suelen optar por prendas de calidad, cómodas y elegantes que se adapten a su estilo de vida activo y profesional. Expresar individualidad mientras se destacan en su entorno laboral, no es sólo una cuestión de apariencias, sino también de empoderamiento y autoexpresión.